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¿QUE VER EN MURCIA EN 2 DIAS?

No hay seguramente artículo que más ilusión me haga que este. Algo que no sólo me llega muy de cerca por el destino sino por cómo quiero escribirlo. Hoy me acompañarás mientras te enseño que ver en Murcia en 2 dias.

Murcia es una ciudad que he visitado tantas veces y he estudiado y aprendido de ella tantas veces, que sería capaz de recorrerla con los ojos cerrados. Y nunca me canso de recorrer su casco histórico y sus rincones más secretos llenos de leyendas y curiosidades. Este artículo es para que tú también puedas disfrutarla tanto como yo.

Pero antes, te confieso que aunque soy murciana, no soy de la capital, que la chica que se esconde detrás de estas palabras pertenece realmente a una pequeña ciudad cerca de la capital llamada Molina de Segura, por muchos considerada la ciudad de las chuches. Hoy hablaremos aquí de qué ver en Murcia en 2 días, disfrutando de la visita y, cómo no podía ser de otra manera en este blog, de comer.

Lo mejor que puedes hacer en Murcia, sobre todo si vas a visitarla entre Abril y Octubre (las mejores fechas son Abril-Mayo y Octubre-Noviembre) es madrugar para conocer la ciudad sin un calor que puede llegar a ser sofocante. ¿Y qué mejor forma de comenzar el día que con un muy buen desayuno característicamente murciano?

Desayunar en Murcia

La primera parada no puede ser otra que en uno de los locales más emblemáticos de una de las calles por excelencia de Murcia, la calle Trapería. Drexco es un lugar casi tan antiguo como una servidora, que se caracteriza por sus platos típicos y su comida sencilla pero bien elaborada. Con productos de calidad y bollería hecha en casa, este local te proporciona mucha calidad por muy poco. 

Sólo tienes que llegar y cuando el camarero te salude con un “buenos días, ¿qué se te ofrece hoy?”, le contestes “ponme un café con leche y media con tomate”. Él te responderá: “¿te pongo un zumo de naranja natural recién exprimido?” Y esa ya será tu elección. Sin más. Simple y conciso, que abarca toda una cultura y un bagaje local que te sorprenderá. Si no, tómate tu tiempo y escucha las conversaciones del resto de mesas con el camarero. Pero te preguntarás, ¿qué he pedido? Algo sencillo y muy efectivo. Una tostada de auténtico pan con tomate rallado y tu café matutino. Si eres de los que les gusta tomar algo de proteína, pide una catalana y le añadirán un poco de jamón serrano. El precio es realmente barato, sobre todo si vienes de grandes ciudades como Barcelona o Madrid.

Media de tomate y café con leche en Drexco

El Casino de Murcia

Este desayuno con buena compañía y viendo cómo despierta la ciudad por el ventanal, te permitirá hacer tiempo para que abran la primera parada que tengo pensada para ti y que, personalmente, es de mis favoritas. Ha llegado el momento de visitar una de las joyas de la ciudad, el Real Casino de Murcia. Y no, no te estoy recomendando que le des al juego a primera hora de la mañana, sino que visites una joya arquitectónica que te enamorará. 

Entrada mudéjar

El edificio, cuya construcción comenzó en 1847, es una mezcla de las distintas corrientes artísticas que coexistieron en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX en España. Actualmente se considera un monumento de interés cultural y está abierto al público para su visita en su mayor parte. Y digo en su mayor parte porque es un club, y como tal, tiene zonas reservadas exclusivamente para sus socios. Por último, y si te animas, dispone de un restaurante de alta cocina con una gran calidad y unos precios sorprendentemente buenos.

La visita comienza en la misma puerta con una escalinata que asciende hasta unas puertas coloridas que te dan paso al hall donde podrás hacerte una idea de la influencia morisca de la ciudad y podrás adquirir tu entrada con audioguía incluida. Por si te lo planteas, es una visita que merece muchísimo la pena y lo que ves es sólo un aperitivo de lo que podrás encontrar en su interior. 

La visita no te llevará más de una hora y eso si te lo tomas con mucha calma. Aprovecha, cámara en mano, y disfruta del momento. Piérdete por la biblioteca, la sala de baile, la de juego, el tocador de mujeres u observa el gran Ícaro que preside el enorme hall que lo conecta todo. Simplemente una experiencia que te encantará y disfrutarás. Créeme.

Hall con el Ícaro al fondo

La Catedral de Murcia

Al salir, y empapados de un poco de cultura popular, toca disfrutar de las calles rumbo a nuestra siguiente parada, la catedral de Murcia. Otra parada imprescindible en qué ver en Murcia en 2 días. Para ello, sólo tienes que girar a la izquierda cuando salgas del casino y continuar recto hasta casi topar con ella. Te recomiendo que la rodees, girando a la derecha, dirección al Ayuntamiento a las orillas del río Segura y, desde ahí, cojas la calle del Arenal (entre el ayuntamiento y el palacio episcopal) y entres en la plaza del cardenal Belluga. Como buena fachada barroca, sorprende esta joya no sólo por su altura, que sobresale prácticamente sobre cualquier edificio, sino por su belleza y el buen juego que se hace del espacio, atrayendo a un visitante que, sin quererlo, se encuentra de frente a ella y le deja sin palabras. Así te sentirás tú. Así me siento yo cada vez. Sin duda, uno de los momentos más mágicos que me gusta repetir.

La entrada incluye una audioguía y bien merece ver su interior. Si su exterior te deja sin habla, el interior tiene un ambiente casi místico que, seas o no creyente, te dará paz y te permitirá encontrarte contigo mismo. Además, si tienes suerte de escuchar el gran órgano, será una experiencia única. 

Sin embargo, si nos dejamos llevar por leyendas, lo que destaca de esta catedral es la capilla de Los Velez, familia noble y grandes mecenas de la catedral. Por su posición y su patrimonio, no es de extrañar que su capilla sea mucho más grande que la del resto. Tanto que incluso sobresale bastante si la miras desde fuera. Es por eso que cuentan que la familia buscó una forma de incluirla aún más. Y ahí surge nuestra leyenda y es que se dice que un desconocido se presentó ante ellos diciéndoles que podían hacer una cadena sin cortes que uniría la capilla al resto del conjunto y que quedarían maravillados. En juego estaba la vida del artesano. Y lo consiguió. 

El ejemplo de su maestría aún perdura en una cadena que acoge y recoge esta maravilla arquitectónica con el resto del conjunto. Sin embargo, cuenta la leyenda que le costó igualmente la vida tras los recelos del cabeza de la familia Vélez a que pudiera reproducir esa maravilla en algún otro lugar. Sea cierto o simple leyenda, la verdad es que es uno de los detalles que merecen una pausa y un recorrido no sólo por el interior de la catedral sino también por su exterior.

Exterior de la catedral de Murcia

El Mercado de Correos

Tras estas dos grandes visitas artísticas, toca continuar con nuestra ruta gastronómica y qué mejor lugar que el Mercado de Correos, un espacio gastronómico a 3 minutos a pie de la catedral que te transporta a otra época a la vez que te ofrece decenas de opciones donde poder degustar comida local y del mundo. 

En este fantástico mercado recién reformado y abierto como un espacio gastronómico, podrás encontrar desde comida murciana a mexicana, japonesa, arroces y tipo americana. Es un concepto nuevo donde te sientas y pides comida de todos los puestos que quieras. Mientras lo preparan y sirven, tú sólo tendrás que disfrutar de la compañía y del ambiente. Se trata de una muy buena opción cuando no existe un acuerdo sobre qué comer o te apetece un poco de todos los tipos. Y uno de los mejores planes para un tardeo.

Entrada al Mercado de Correos

¿Dónde tomar el mejor café de Murcia?

Pero, a pesar de todo, no tomes café. Porque para eso, tengo el mejor café de especialidad que probablemente tomes en toda la capital. Y ese no es nada más ni nada menos que el Cafélab del que ya te hablé en el artículo sobre cafeterías.

Un lugar cafetero desde que entras hasta que sales con una magnífica ambientación y un servicio exquisito donde el café es el centro de todo. Te recomiendo que expandas tus gustos un poco y te animes a probar un frappé o un asiático, un café típico de Cartagena y ciudad de donde es originaria esta empresa. Además, si eres goloso, también tienes tartas y galletas para degustar con tu café. Mi favorita es, sin duda, la Red Velvet.

Lámpara de Cafelab

Un paseo por el río Segura

Una vez estés saciado, toca continuar con todo lo que la ciudad te puede ofrecer. Desde Cafélab (justo en el lateral de la catedral), vuelve al Ayuntamiento deshaciendo tus pasos de la mañana y cruza la calle hasta estar pegado al río. Aquí podrás apreciar el monumento destinado a la sardina en medio del río y admirar el puente de los Peligros y el templete de la virgen que tiene el mismo nombre. Es una escena preciosa donde puedes tomarte tu tiempo y disfrutar de algo de tranquilidad. Después, tómate tu tiempo para cruzar el puente y admirar la virgen desde el otro lado. Y, sobre todo, gírate. Gírate para observar el relieve de la ciudad desde este lado y con la torre de la catedral y la sardina como protagonistas. Sin duda, uno de los rincones más bonitos de este recorrido sobre qué ver en Murcia en 2 días. Desde ahí, podrás visitar el museo hidráulico “Los Molinos del Río Segura” o simplemente ver el molino que hay aún hoy día desde fuera.

Vistas desde el puente de los Desamparados

Continuando nuestro recorrido, cruza nuevamente el puente hacia el centro y gira a tu izquierda dirección al malecón. Un lugar de paseo que, en época de fiestas, se llena de barracas para degustar pinchos y tomar las tapas más características de la huerta murciana. Los jardines son bastante grandes y dan para un buen paseo donde disfrutar del entorno e ir haciendo apetito para continuar con nuestra degustación de la rica gastronomía murciana.

¿Qué comer en Murcia?

Y eso nos lleva a tapear a uno de los puntos claves de la ciudad, la plaza de las flores a unos minutos a pie del río y el malecón. Esta plaza, aunque bastante pequeña, concentra un gran número de bares donde degustar auténtica comida murciana. Pero si hay un lugar que destacaría para que no te pierdas entre tanto local, este sin duda sería La Tapa. No en vano, se comenta que fueron los creadores de una de las tapas más populares y representativas de la cocina de la huerta de Murcia y ésta no es otra que la “marinera”. Además, puedes disfrutar también de todas sus versiones posteriores. 

Marinera en La Tapa

Para que puedas entender lo que es, tienes que probarlo, pero intentaré darte una explicación de la jerga que necesitas para saber qué pedir. La marinera es una tapa consistente en una rosquilla con forma alargada, ensaladilla rusa al estilo murciano y una anchoa. Ahora bien, si pides un marinero estaríamos cambiando la anchoa por un boquerón en vinagre. Si no te va mucho el boquerón o la anchoa, te recomiendo que pidas una bicicleta consistente en la rosquilla con ensaladilla solamente. Si no sabes por cuál de las dos opciones decidirte, pide un matrimonio y te pondrán ambos. Por último, y para rizar el rizo, últimamente está saliendo la opción del capitán que es una rosquilla con ensaladilla y atún rojo crudo o marinado. 

Como ves, sólo en una tapa hay toda una historia, pero no te dejes abrumar y pídete cositas de la tierra. Añade a tu lista de tapas los caballitos, el pulpo a la cartagena, la magra con tomate, los buñuelos de bacalao, la empanada, el tomate con bonito, el zarangollo, la morcilla de verano, los tigres o la ensalada murciana.

Como postres, prueba el pan de calatrava, la tarta de la abuela o unos paparajotes. Como ves, los murcianos somos gente particular poniendo nombres a las cosas. Igualmente, si tienes curiosidad por saber qué son algunas, te dejo los enlaces a las recetas del blog que ya tienes disponibles.

Sin embargo, si de Pasteles de Carne estamos hablando (otro gran must en tu lista de comidas a probar), debes ir a Zaher o Espinosa, los dos grandes maestros en lo que a este producto se refiere. Desde la plaza de las flores, lo que más cerca tienes es Zaher y ahí  debes ir a tomarte un pastel de carne con una caña de Estrella Levante, la cerveza de la región. Dos grandes destacados de nuestra gastronomía que, además, maridan estupendamente.

Pastel de carne, empanada y una caña en Zaher

¿Dónde tomar una copa?

Una vez cenados, tienes dos opciones. Quedarte por la zona y tomarte una copa en algún local de alrededor o, si tienes coche, dirigirte al Jardín de Sal. Y bien merece que les hagas una visita.

Local apto sólo para mayores de edad, es un oasis en medio de la huerta que no deja indiferente, tanto por el ambiente como por el personal, pero sobre todo, por la decoración. Y es que, como su nombre indica, es un jardín que te recuerda al mar.

Tienen dos zonas habilitadas: una cerca de la piscina con mesas y sillas y otra con arena de mar y asientos bajos donde sentirte como en el mar. En la parte de arriba, hay un restaurante y un mirador por si también te animas. 

Sus cócteles son originales y están muy bien preparados. Es el momento de relajarte y disfrutar del ambiente y de la compañía, pero sin excederte que luego toca coger el coche de vuelta. Y ten en cuenta que los fines de semana a partir de cierta hora, y por el volumen de demanda que tienen, cobran una pequeña entrada. Tienes la opción de ir con antelación a dicha hora y no pagarla o, si tienes la oportunidad, ir en cualquier otro día de la semana que estén abiertos. Te prometo que no te arrepentirás si lo incluyes en qué ver en Murcia en 2 días.

Jardín de Sal

Y como un día no es suficiente, sigamos con qué ver en Murcia en 2 días.

Callejear por el centro: leyendas y curiosidades

Tras desayunar en Drexco nuevamente, te propongo un paseo por el centro antiguo y callejear visitando lugares emblemáticos de la ciudad. Frente a Drexco, y si eres de los que les gusta buscar la suerte jugando, te encuentras la mítica administración de lotería del Gato Negro. Mirando al gato que tienen expuesto, gira a tu derecha y pasea por la calle Trapería, una calle muy bonita, llena de tiendas y con lonas que te protegerán del sol y el calor en cualquier época del año. 

Esta calle, junto a las que le rodean, son un bien cultural que te mostrará cómo estaba organizada la ciudad en época medieval cuando las calles tenían el nombre de los artesanos que en ella se encontraban. Pero esta calle es mucho más y lo notarás por lo amplia que es en relación al resto que la rodea. No en vano era donde se encontraba la muralla en el siglo s.XIII y que separó a cristianos y musulmanes que fueron exiliados a las afueras (donde se encuentra el Palacio de San Esteban actualmente).

Desde entonces, esta calle se ha llenado de grandes casas como el Real Casino y se usa en grandes eventos como la Semana Santa y otras festividades. También conecta la catedral con la Plaza Santo Domingo, una de las plazas más importantes de la ciudad y que visitaremos más adelante.

Trapería con toldos que protegen del sol

Si continuamos nuestro paseo, nos encontramos en “Las Cuatro Esquinas”, una intersección de la calle Trapería y Platería muy famosa, entre otras cosas, por ser un antiguo punto de acceso a la ciudad donde mercaderes de todo el mundo se juntaban. De hecho, hasta el siglo XIX había precisamente un pequeño altar dedicado a San Cristóbal, protector de los viajeros.

Aquí, gira hacia tu izquierda dirección a la calle Platería, llamada así por ser el lugar donde trabajaban los plateros en época medieval. Hay otras calles por la zona con nombres como Jabonerías, Frenería, Escopeteros o Vidrieros, ¿te haces una idea de lo que se podía encontrar en ellas? Sin embargo, actualmente no encontrarás nada de lo que su nombre indica. Sí que se respeta el uso comercial de la zona, pero de tiendas más actuales y franquicias que han hecho, en parte, que el centro pierda su esencia.

No te preocupes, igualmente si no eres de compras, disfruta de las fachadas de las casas que aún se conservan del siglo XVIII e imagínate cómo sería la vida en otras épocas. A mi me encanta hacerlo en cualquier ciudad a la que voy.

Si continuamos con el recorrido, sigue por Platería hasta dar con la plaza Esteve Mora y fíjate en la farmacia que hace esquina, la farmacia Ruiz Seiquer. A priori no te dirá nada aunque por dentro es mucho más bonita y guarda cierta estética del siglo XIX cuando se construyó. Compra algo mientras que disfrutas del interior.

Estás justo en el km 0 de las antiguas carreteras regionales, en el inicio de los caminos de muchísima gente siglos atrás. Verás la placa en el exterior, un poco hacia la derecha teniendo la farmacia a tu espalda.

Siéntete como un viajero más y continúa tu recorrido por la calle Jabonerías hasta que te encuentres con la plaza Julián Romea, nuestra siguiente parada.

Teatro Romea

Aquí y tras salir de las estrechas calles medievales del centro, nos encontramos de frente con el Teatro Romea, el teatro por excelencia de la ciudad para ver obras clásicas y conciertos inigualables. No en vano una servidora ha actuado en él algunas veces, pero esa es otra historia que quizá te cuente algún día.

El teatro fue inaugurado en el s. XIX por la reina Isabel II ante la necesidad y demanda de una sociedad burguesa que buscaba entretenimiento y situar a Murcia en el mapa de grandes actuaciones de artistas del momento como Julián Romea.

Fue gran actor de la época y que dará nombre tanto a la plaza como al teatro sólo 18 años después y tras una reforma del edificio. El mismo ha sufrido algunas desgracias y varias reformas, una de ellas le dotó de esa fachada de aire neoclásica y con los bustos de Beethoven, Mozart y Lizst en la parte superior y otra, la última, que le ha puesto al día en aspectos técnicos y de funcionalidad.

Fachada del teatro Romea

La leyenda negra del Teatro Romea

Pero si algo llama la atención de este teatro, con permiso de su función como lugar de encuentro de grandes personalidades y obras, es la leyenda que le persigue desde sus inicios y que poco a poco parece que se haya ido cumpliendo. Y eso es lo que quiero contarte porque, al menos para mí, los lugares son más atrayentes cuando sabes qué motivaciones e historias hay detrás de ellos. Les aporta una especie de alma que te atrae y no sólo les hace importantes sino que te hace importante a ti también por ser parte de ella.

Pero ¿qué historia hay detrás de este teatro que ha provocado no una sino dos desgracias a lo largo de sus 150 años? Pues bien, para poder entender la leyenda necesitas saber que durante el siglo XIX en España tuvo lugar un proceso de desamortización denominado Desamortización de Mendizábal y que consistió en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar (vender, hipotecar o ceder) y que se encontraban en poder de las llamadas «manos muertas», es decir, la Iglesia católica y las órdenes religiosas. Uno de esos conventos expropiados fue el Convento de Santo Domingo situado en el mismo terreno que nuestro teatro.

La historia comienza en este momento de expropiación cuando las autoridades echaron de su convento a los dominicos que vivían en él para la demolición y posterior construcción de un gran teatro más acorde con las inquietudes de la época. La leyenda cuenta que fue un dominico, no muy contento con la decisión, quien maldijo la construcción y vaticinó que el teatro se quemaría 3 veces cuando éste estuviera completamente lleno. En el primero no moriría nadie, en el segundo lo haría una persona y el último y más fatídico, morirían todos los que se encontraran en él.

Pues bien, el teatro se ha quemado en dos ocasiones: la primera en 1877 donde nadie murió pero cuyo edificio tuvo que ser reconstruido en su mayor parte y la segunda en 1899 cuando sí falleció una persona y tuvieron que reconstruirlo nuevamente. Si te preguntas si ha habido una tercera ocasión, debo confesarte que afortunadamente no, pero es que los taquilleros bien se cuidan de que no suceda. Se dice que tras el segundo fatídico incendio, los gestores del teatro siempre se guardan una entrada sin vender para evitar, de este modo, el maleficio que aquel domenico lanzó en un momento de ira y frustración. 

Una vez hayas disfrutado de la fachada, ruego que sigas tu camino girando a la derecha (teniendo la fachada del teatro enfrente) y cojas la calle Arco de Santo Domingo. Por este pequeño callejón podrás ver un arco que es parte de un palacio y que da nombre precisamente a la calle. Originalmente, este arco servía para conectar el Palacio Almodóvar (actualmente sigue estando y te ruego que le eches un vistazo a su fachada) y la capilla del Rosario en la iglesia de Santo Domingo. Se trataba de un pasillo a través del cual los condes podían acceder a los oficios religiosos sin necesidad de salir a la calle. Actualmente, el conjunto se considera un bien de interés cultural.

Calle Arco de Santo Domingo

Plaza Santo Domingo, centro neurálgico de Murcia

Dejando atrás esta pequeña calle tan llena de historia, llegamos a una de las plazas más importantes y punto de reunión de los murcianos en la capital. La plaza Santo Domingo recibe el nombre de los dominicos que se asentaron allí hace siglos y cuyo legado sigue hoy día vivo en la iglesia, la parroquia y la leyenda del teatro romea. 

La plaza en sí misma ha sido muchas cosas a lo largo de su historia. Ha sido una plaza de mercado, se ha convertido en plaza de toros al aire libre y ha sido testigo de diversas ejecuciones y órdenes reales. Incluso bajo la superficie se encuentra un refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil y que explica que se encuentre elevada en su parte central.

Además, si observas sus alrededores, destaca un árbol centenario plantado en el s.XIX y que actualmente está rodeado y protegido de los viandantes tras dos accidentes que se produjeron por el derrumbe de algunas ramas. Tranquil@, estarás a salvo así que disfruta del ambiente y del tránsito a la vez que te fijas en los detalles de sus edificios.

Ejemplos de los mismos son el ya nombrado Palacio Almodóvar, la iglesia de Santo Domingo, la casa Cerdà, el Banco Central y la escultura de San Vicente Ferrer en la misma iglesia sobre un falso balcón en homenaje a su predicación en la misma plaza en el s. XIV. También encontrarás dos monumentos: el que hay en el centro en honor a los Derechos Humanos y el busto conmemorativo del ingeniero Ricardo Codorníu y Estárico, comúnmente denominado el Apóstol del árbol, ¿por qué será?

Plaza Santo Domingo

Tapear en Murcia

Una vez que hayas disfrutado de este momento, toca lo que estabas esperando, seguir con nuestra ruta gastronómica. Toca algo tan español como tapear. Bien es sabido que no hay mejor forma de conocer la cultura gastronómica de una ciudad que probando sus especialidades en pequeños bares y tascas llenas de opciones. Y aquí no es una excepción para degustar tapas murcianas, carnes y pescados. Como ya te he dado opciones gastronómicas, lo mejor es que te recomiende un par de sitios a donde ir y que, si encuentras alguno en el camino que te de buena espina, pruebes a entrar y pedir algo. 

Ejemplos de sitios a los que entrar podrían ser el Bodegón Los Toneles con un diseño muy castizo, pero con una gran cocina llena de opciones y un menú semanal muy completo por un buen precio. O la Uva Jumillana II (la primera está en la ciudad de Cartagena) que tiene un ambiente de antigua bodega con comida abundante y de calidad. Anímate y siéntete como un local.

Tapas en Bodegón Los Toneles

El Tontódromo y las Clarisas

Estés donde estés, y una vez hayas comido, te recomiendo que te dirijas nuevamente a la plaza Santo Domingo y de ahí, te dirijas en sentido contrario a la calle Trapería y dirección al paseo Alfonso X el Sabio o lo que los murcianos llamamos el Tontódromo. Otro imprescindible de qué ver en Murcia en 2 días.

Paseo «tontódromo»

Y te preguntarás por qué tiene ese paseo un nombre tan llamativo. Pues bien, este paseo fue el lugar de encuentro de muchas parejas durante los siglos XIX y XX. En esa época, y para cortejar, las parejas se iban a pasear por este lugar en ambas direcciones y siempre acompañados de una carabina. De ese cortejo o “tonteo” vino el nombre por el que se bautiza a este paseo que alberga nuestra penúltima parada, el convento museo de Santa Clara o, como nos gusta llamarlas, las clarisas.

Es costumbre para los murcianos, especialmente las murcianas que van a casarse y que temen que les llueva en su gran día, que les lleven huevos a estas monjas de clausura. Las monjas, a cambio, rezan para que el día elegido amanezca con un día radiante y soleado que no estropee el gran momento. Aunque están retiradas de la vida social, se dice que usan los huevos para hacer postres y venderlos. Tal y como yo lo veo, si funciona, es un win win, ¿no te parece?

Pero esta no es la razón por la que te recomiendo la visita sino porque una parte del monasterio, y cuya entrada se encuentra en el mismo tontódromo, es un museo visitable y totalmente gratis. El interior bien merece que te detengas. Aquí lo más destacado son los restos arqueológicos de época medieval y el claustro de una belleza extraordinaria al que no se puede acceder, pero sí ver desde fuera, porque pertenece a las monjas. La visita no te supondrá más de 30 minutos y, dado que es gratis, la parte del museo que no te resulte interesante, podrás saltártela sin tener remordimientos.

Claustro de las Clarisas

Fiestas de Murcia

Si continúas el tontódromo hasta el final, podrás ver un busto del rey Alfonso X el Sabio al que la ciudad de Murcia debe mucho. Y al final del todo, se encuentra la plaza circular o Rotonda.

Es la zona por excelencia de reunión de jóvenes y no tan jóvenes en las fiestas de Primavera de la ciudad que tienen lugar la semana posterior a la Semana Santa. Entre los días más relevantes de estas fiestas destaca el martes del Bando de la Huerta, el jueves de la Batalla de las Flores o el sábado del Entierro de la Sardina.

Si te ha gustado y te quedas más días, te recomiendo que le eches un vistazo al artículo de 5 PLAYAS QUE VISITAR EN MURCIA.

Como siempre, gracias por leerme y recuerda que te leo en comentarios.

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