5 PLAYAS QUE VISITAR EN MURCIA

Hacía literalmente 10 años que no pisaba Murcia en época estival y muchos más que no iba a la playa. Y pese a lo que pueda parecer, no es que no quisiera realmente ir sino que las circunstancias no me lo permitían y eso cambió recientemente así que aquí te dejo 5 playas que visitar en Murcia para que no tardes lo mismo que yo en visitarlas todas.

Para que vayas a donde más te interese

La Manga

Si algún rincón de la costa murciana es conocido, este sin duda es La Manga y todas las playas o pueblos que la rodean. Visitada tanto por lugareños como por otras comunidades y países, destaca la cantidad de madrileños e ingleses que puedes encontrarte por la zona. Su encanto reside en tener un par de “mares” con distintas características en un mismo lugar.

Para cualquier local, ir a La Manga supone tener que elegir entre el “Mar Menor” y el “Mar Mayor”. Para eso, primero tengo que explicarte geográficamente qué es la manga. Consiste en un trozo de terreno (cordón litoral) que se encuentra entre la tierra y el mar creando una albufera salada gracias a la entrada del mar mediterráneo a ella. No se le puede decir laguna puesto que no está completamente cerrada, sino que existe un punto que la une al mar abierto.

Esta situación hace que existan dos “mares”, la albufera o interior a la que llamamos comúnmente “Mar Menor” y otra amplia y abierta de mar mediterráneo que llamamos “Mar Mayor”. Las diferencias entre ambas podría decirse que son la tranquilidad o braveza del mar (el mar menor es más tranquilo y casi sin olas) y la velocidad con la que el mar se hace más profundo. Mientras que en el Mar Menor puedes andar durante metros mar adentro y que no te cubra mucho más que la rodilla, en el Mar Mayor enseguida puedes “no hacer pie”.

Es por eso que las familias con niños pequeños suelen elegir la parte del “Mar Menor” para mayor tranquilidad, evitando sustos y mi familia no era una excepción. Lo ideal, desde mi punto de vista, es alojarte en la propia Manga que separa ambos mares y así decidir, de acuerdo a tus gustos, ir a una u a otra parte.

Actualmente, mi familia tiene casa en una zona llamada “Islas Menores”. Si bien la zona no tiene mucho encanto en sí misma, es ideal para tomar el sol y darte un baño mientras observas la Manga al fondo y el mar mediterráneo después.

Cabo de Palos

Otro de los lugares que visitamos y que no puedes perderte es Cabo de Palos. Este cabo natural ha sido testigo de muchos ataques y batallas navales y se ha usado como punto de defensa para invasiones a lo largo de la historia. Se trata de un pueblo pesquero que ha conservado su encanto y ha sabido alinearse con el turismo para ofrecer lo mejor que tiene la zona, sin olvidar su pasado.

Si algo no puedes dejar de visitar en el pueblo es el faro que se erige en el punto más elevado y que preside y vigila tanto a los habitantes que residen como a los visitantes que pasean por la zona. Pero no es lo único que Cabo de Palos puede ofrecerte.

Aquí podrás bañarte en un par de calitas rodeado de un entorno idílico o alquilar un barco y darte un paseo o ir mar adentro, pero también puedes hacer una excursión de dos horas y media en kayak por las cuevas y calas de la zona por unos 15€ y bucear o hacer el bautizo de buceo en la reserva marina de la zona (declarado recientemente como uno de los mejores lugares para bucear). Por último, y si hablamos de gastronomía, puedes degustar el plato estrella y más reconocido de la zona, el caldero.

Es un plato típico de la zona consistente en un arroz caldoso con pescado. Se suele preparar con pescado de la zona y requiere de horas de preparación. Primero se prepara un caldo con pescado de roca durante horas y después se cuece arroz y se sirve más o menos caldoso. Al acabar este plato o al mismo tiempo, suele servirse pescado cocido en el mismo caldo como segundo. Además, siempre se sirve alioli como acompañante tanto para el arroz como para el pescado.

Se trata de un plato contundente y muy propio que encontrarás en muchos restaurantes y bares. Dicen que donde mejor lo preparan es precisamente en Cabo de Palos. Si te animas a probarlo, termina la comida con un asiático, un café típico del área y con graduación alcohólica.

Igualmente, si quieres un buen caldero, te recomiendo restaurante Pablo Guardiola muy cerquita de este pueblo, en Los Belones.

Parque Regional Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila

Este parque protegido por leyes de la comunidad autónoma es un lugar de máxima belleza y diversidad ecológica y ambiental. Si no sólo eres amante del mar sino también del monte y las rutas, este es tu lugar. Una zona que, sobre todo en verano, tiene aforo limitado, te recomiendo que madrugues para poder dejar el coche en el único aparcamiento interior que tienen (sólo se puede acceder a él entre las 8 y 9 de la mañana y hasta llenar el aforo).

Si se te ha hecho tarde, puedes entrar de las 9h hasta las 20.30h con un autobús que te deja en el interior por 3€ ida y vuelta. Los autobuses salen desde Los Belones y tienes un par de paradas. Dentro del parque no puedes dejar residuos, no puedes llevar animales, no puedes comprar comida o bebida y no hay cobertura. Además, tampoco están vigiladas las playas que son totalmente vírgenes. Tampoco se puede pernoctar.

El parque tiene rutas marcadas por la zona, de más o menos tiempo de duración, que conectan con varias playas de diferentes tipos, destacando las dunares de la playa larga. Si eres de los que te gusta andar, aprovecha y recorre las distintas calas y playas que hay en la zona y termina en Cala Reona, una cala limítrofe con eso sí, servicios de salvamento.

Salinas de San Pedro del Pinatar

Otro lugar obligatorio para mí son las Salinas de San Pedro del Pinatar, otro parque regional situado en la zona norte de la Manga y que es conocido especialmente por su interés ornitológico. Lugar de migración, anidación e invernación de diversas aves, destacan los flamencos que pueden verse durante todo el año.

Un lugar con mar y monte, es el lugar perfecto para ver amanecer o atardecer por el juego de luces que se ven tanto en cielo como en el agua y la belleza del entorno y las especies que lo habitan. Desde tonos rosados a azules, pasando por anaranjados, los cambios son impresionantes y enamoran tanto como el silencio y la tranquilidad de una zona que a esas horas no está nada concurrida. Te recomiendo que aproveches para hacer rutillas que están marcadas a la vez que observas el entorno y te dejas asombrar por los diferentes escenarios: las salinas, el monte bajo y las playas de dunas.

Una vez que lo hayas recorrido todo, te ofrezco un plan diferente, los baños de lodo. Estos baños se realizan cerca de las salinas, en Lo Pagán, y se puede acceder a ellos caminando desde las salinas (una media hora de paseo) o cogiendo el coche y aparcando por la zona. Este lodo aplicado a la piel tiene un valor terapéutico que ayuda en afecciones como el reumatismo y la artritis, entre otras. Podrás ver a personas de todas las edades entrando en las zonas de lodo y aplicándoselo por la piel cerca de los flamencos y todo bajo la atenta mirada del Mar Menor al otro lado. Estos baños son totalmente gratuitos y sólo piden que sigas las instrucciones marcadas sobre cómo aplicarlo y cómo proceder para retirarlo de la piel. Recuerda llevar un cubo para recoger el lodo.

Si eres de los que no se atreve a hacerlo en medio de flamencos y otras personas, en un entorno más abierto, San Pedro del Pinatar tiene una oferta amplia de centros de talasoterapia y hoteles con spa donde poder darte un masaje con este lodo o simplemente disfrutar de los beneficios del agua salina de la zona.

Bolnuevo y la Ciudad Encantada

La última de las 5 playas que visitar en Murcia es Bolnuevo, una zona costera, muy cerca de Mazarrón, y la opción más al sur de esta lista.

Las playas aquí son más amplias y abiertas al Mar Mediterráneo, pero no sólo por el mar y las temperaturas es por lo que te hablo de este lugar sino por las erosiones o gredas que dan lugar a la denominada “Ciudad Encantada de Bolnuevo”. Esta ciudad es una belleza natural que bien puede recordarte a un planeta como Marte pero que se encuentra a escasos metros del mar en el sur de la Región de Murcia.

Su silueta es fruto de la erosión continuada del viento y el agua a lo largo de los siglos y cuyo color rojizo característico (lo que la hace parecer de Marte) procede de la Sierra de las Moreras. Además, en ella, si te fijas, podrás ver fósiles marinos como consecuencia de la época prehistórica, durante la cual este fenómeno estuvo sumergido en el mar.