BILBAO Y SUS IMPRESCINDIBLES
Hace poco estuve de viaje por el País Vasco y visité, entre otros lugares, Bilbao. Esta ciudad, cuya historia me resultó muy interesante, ha sido un gran descubrimiento. Por eso, hoy te traigo este artículo sobre Bilbao y sus imprescindibles.
Pero antes, para entender la ciudad, creo que es importante conocer la historia de la misma. Es por eso que te contaré brevemente todo lo que aprendí durante mi estancia.
HISTORIA DE LA CIUDAD
Bilbao fue creada durante el siglo XIV y fue gobernada por el señor de Vizcaya. Poco a poco fue ganando más importancia en detrimento de otras villas como la de Bermeo. Entre las medidas que se tomaron fue la de convertirla en paso obligatorio de todo el comercio de Castilla hacia el mar. Y ya a mediados finales del siglo XIV, el rey Juan I extendió aún más los privilegios de la villa lo que le generó mayor importancia internacional, especialmente con Gran Bretaña y Flandes.
Su crecimiento fue tal que ya a primeros del s. XVII pasó a ser la capital de Vizcaya, aunque el camino no fue fácil. Debido a pleitos y guerras de la época, las arcas públicas estaban seriamente bajas. Es por eso que se tomaron medidas para recaudar más. Entre ellas, la Corona decidió subir los impuestos de artículos esenciales como la sal. Esto dio lugar a una revuelta popular a la que se le conoce comúnmente como la Rebelión de la Sal.
Recordemos que la sal era (y es) fundamental para la salación y la conservación de alimentos que usaba fundamentalmente la clase más humilde para sobrevivir.
¿Y en qué consistía la «Rebelión de la Sal»? Te preguntarás. Todo comenzó cuando la Corona aumentó en un 44% del precio de la sal. Pero no solo eso. También requisó toda la sal existente almacenada y pasó a poder ser comercializada únicamente por la Real Hacienda. No es de extrañar que el pueblo se levantase en unas protestas que acabaron con la muerte del procurador de la Audiencia del Corregidor. Y se inició la Rebelión.
¿Cómo acabó todo? Bueno, después de un par de años de revueltas, se acabó ejecutando a los cabecillas de la rebelión en una de las fachadas de la Iglesia de San Antón. El resto de rebeldes fueron perdonados y todo el asunto quedó en el recuerdo popular. Tanto es así que si hoy día vas a la Iglesia de San Antón verás una placa adosada en memoria de estas ejecuciones y de la revuelta.
Pero no olvidemos que toda la zona era minera y pesquera y, tras siglos, será ya durante los siglos XIX y XX que la ciudad floreció gracias a la industria siderúrgica. Fue el momento del ferrocarril, del Banco de Bilbao (embrión del BBVA) y de los Altos Hornos, la mayor empresa del s. XX de España que generó muchos trabajos pero que también le dio esa imagen de ciudad gris, sucia y contaminada que aún muchos tienen en la cabeza.
Pero también fue la época en la que se modernizó la ciudad con la construcción de paseos y alamedas y edificios emblemáticos de los que hablaremos. Un momento de florecimiento de la ciudad tanto arquitectónico como social con el surgimiento del movimiento nacionalista vasco, entre otros.
No será hasta finales de los XX que la ciudad comienza una nueva transformación y vivió un proceso de desindustrialización a raíz de la crisis del sector metalúrgico en los años 1980 y el cierre definitivo de los Altos Hornos en los 90. La transformación en una ciudad de servicios se apoyó en la inversión en infraestructuras y en la regeneración urbana destacando el Guggenheim como una de las piezas fundamentales de atracción de la ciudad.
Ya conocemos su historia, ahora vamos a conocer más Bilbao y sus imprescindibles.
HACER UN FREE TOUR
Toda la historia de la ciudad que os he contado la aprendí gracias a una de mis actividades favoritas cuando visito una ciudad por primera vez, hacer un free tour.
Como ya te he comentado en otros artículos, un free tour es una visita guiada de la ciudad explicándote la historia y anécdotas de la misma a través de sus edificios más emblemáticos y realmente ayuda a conocer una ciudad a través de un local y/o guía. En Bilbao encontré varias opciones que te paso a indicar por si te interesa: civitatis, Bilbao free tours Original, free tours Bilbao y buen día tours. Lo mejor es que tienen horarios distintos y cubren todos los días de la semana así que puedes elegir el que mejor se ajuste a ti.
Como curiosidad, una de las cositas que aprendí y más me llamaron la atención (aparte de toda la historia que ya te he contado arriba) es que la fuente de la plaza está dedicada a los cuatro elementos: Sua (Fuego), Lurra (Tierra), Ura (Agua) y Haizea (Aire). Pero hay algo aún mejor, la historia del busto del filósofo que da nombre a la plaza y que dejaré que ellos mismos te lo cuenten.
VISITAR EL MERCADO DE LA RIBERA
Si eres un amante del buen comer como yo, sin duda, el Mercado de la Ribera es un imprescindible a visitar.
Situado en la denominada plaza vieja (o Mayor) fue el lugar de reunión y venta de productos desde la creación de la ciudad. Está rodeado por la iglesia de San Antón, el primer Ayuntamiento y, cerrando el espacio, las casas de la Ribera y la Ría. De hecho, en la zona encontrarás los 4 elementos que conforman el escudo de la ciudad con la ría, el puente, la iglesia de San Antón y los lobos, símbolo de los señores de Vizcaya.
Con el tiempo, el mercado fue adquiriendo una estructura más sólida y será en 1929 cuando se construyera el edificio que conocemos. Bueno, sí y no. Y es que debido a una gran inundación de la que hablaremos más tarde, el edificio tuvo que reformarse casi en su totalidad incluyendo electricidad y agua. Eso sí, manteniendo su forma original.
De esta catedral gastronómica (y no solo lo digo por el amor a la comida que tengo sino por sus vidrieras) tienes que saber dos cositas. La primera, que es un verdadero mercado de dos plantas donde comprar alimentos frescos tales como carne, pescado, hongos, panes, encurtidos, frutas y verduras. La segunda, que hay una parte del mismo que está destinado a la restauración donde comer unos buenos platos y pintxos mientras ves la ría o el ajetreo del mercado. Un lugar ideal para una comida, ¿no te parece?
Los horarios de apertura para ambas partes no son las mismas, pero te dejo aquí el horario de la sección de restaurantes por si te animas a visitarlo: todos los días de 8h a 20h, excepto domingos de 9 a 20h. Igualmente, te recomiendo que mires los horarios porque son variables.
VER LOS 3 PRINCIPALES EDIFICIOS RELIGIOSOS
Una de las paradas obligadas en casi cualquier ciudad europea son las catedrales e iglesias más importantes de las mismas. Seas o no creyente, está claro que estos edificios eclesiásticos representan muy bien la historia y cultura de las ciudades. No en vano la Iglesia era la única, junto a la nobleza y realeza, con medios suficientes para la construcción y conservación de obras de arte. En Bilbao esto no será una excepción y hay tres edificios religiosos que debes, al menos, visitar por fuera.
CATEDRAL DE SANTIAGO
La catedral de estilo gótico está consagrada al Apóstol Santiago, patrón oficial de la ciudad y fue edificada entre el último cuarto del siglo XIV y principios del XV. Su exterior, además, muestra influencias neogóticas fruto de la profunda reconstrucción de la fachada y la torre en el siglo XIX.
La catedral está construida en el mismo lugar que otras dos iglesias anteriores de la Edad Media y actualmente es la primera basílica menor de todo el País Vasco así como Monumento Histórico-Artístico Nacional.
Como buena catedral gótica dispone de diferentes capillas como lugar de culto de diferentes santos; una girola, o deambulatorio (pasillo) donde los fieles peregrinos pudieran hacer culto y ver las reliquias sin molestar en las misas, y un claustro, o jardín interior para peregrinos y religiosos.
La visita cuesta 6€ y puede visitarse normalmente de lunes a sábado por la mañana (10-14h) y las tardes de viernes y sábado. El precio incluye también la entrada a la Iglesia de San Antón y va acompañada de una audioguía.
IGLESIA DE SAN ANTÓN
La Iglesia San Antón es un templo católico de estilo gótico de finales del siglo xv de la ciudad y es tan importante para la misma que es uno de los símbolos del escudo de la ciudad.
Como curiosidad, casi trescientos años antes de levantarse la iglesia ya existía en el mismo solar una lonja o almacén de mercancías fluviales que se ha descubierto gracias a posteriores excavaciones arqueológicas. Otro dato interesante es que el interior fue también utilizado como cementerio hasta el siglo XIX.
La iglesia es testigo de algunos momentos históricos importantes como la rebelión de la sal de la que hemos hablado ya y es visitable de Martes a Sábado de 11 a 14h. Las entradas se compran conjuntamente con la catedral o solas por 4€ e incluye una audioguía.
BASILICA DE BEGOÑA
La Basílica de Begoña se empezó a construir a principios del siglo XVI en lo alto de una colina donde había aparecido una imagen de la virgen. Más de un siglo después, finalizaron las obras de un templo gótico tardío que combina otros estilos arquitectónicos como el manierismo y el eclecticismo.
La basílica está formada por tres naves cubiertas con bóvedas y en su torre alberga 24 campanas que tocan hasta 7 melodías diferentes y que te llamarán la atención mientras visitas la ciudad a sus alrededores.
Interesante es su historia y es que, a pesar de encontrarse en lo alto de una colina, eso no impidió que las tropas liberales la incendiaran durante las guerras Carlistas. La única superviviente fue la imagen de la virgen de la Begoña que aumentó su popularidad entre el pueblo bilbaíno. Tanto es así que actualmente a la basílica se la conoce como la Amatxu.
Su entrada es gratuita y está abierta para visitas de lunes a sábado de 10 a 20.30h. Los domingos están reservados para las misas. Si quieres subir, hazlo por las escaleras que la conectan a la plaza Unamuno. Un total de 323 escalones harán la visita mucho más interesante.
COMER PINTXOS
Pero a la ciudad no sólo hemos venido a hacer turismo, sino también a comer. Es por eso que en Bilbao y sus imprescindibles no podía faltar el de comer pintxos.
Si algo he aprendido es que en Bilbao está muy arraigada la cultura del poteo o txikiteo, que consiste en ir de bar en bar en compañía de la cuadrilla de amigos, bebiendo pequeños vasos de txakoli o, en su defecto, zuritos de cerveza. Todo esto está muy ligado al consumo de pintxos para que la resaca y el consumo sólo de alcohol no sea tan perjudicial.
Originariamente se llamaba pintxo a una pequeña rebanada de pan sobre la que se colocaba una pequeña ración de comida que iba sujeta al pan con un palillo, aunque hoy día ya no siempre es así. Suelen estar, además, elaborados con productos más típicos y habituales de la cocina vasca (como la merluza, el bacalao, …) en elaboraciones sencillas o creando verdaderas obras de alta cocina en miniatura.
Si hay dos lugares en los que es mejor degustar estos manjares, estos son la plaza nueva y las denominadas 7 calles. La primera es una plaza de aspecto neoclásico que tardó 65 años en ser construida y que fue resultado del espíritu ilustrado del s. XVIII. Con 4 entradas por las esquinas de esta plaza, la actual quinta entrada se «creó» durante la Guerra Civil cuando una bomba cayó provocando un agujero que se decidió no reconstruir. Simple y muy práctico. En esta plaza, a priori hecha para el «turismo», brillan tres locales más auténticos como el Víctor Montes, La Olla y Zuga Taberna. No los probé todos pero fueron recomendados por una bilbaína auténtica así que te los recomiendo.
Por otro lado, tenemos las 7 calles. Esas calles originarias del antiguo Bilbao están llenas de tabernas y lugares donde degustar una buena comida y, por supuesto, unos buenos pintxos. Entre los lugares que me recomendaron y que probé tienes: Gatz, Txiriboga, Berton Sasibil y Txapela Taberna. Pero no pierdas el encanto de pasear por sus calles y ver las barras. Eso sí, recuerda ir temprano porque allí los bares y restaurantes suelen cerrar sobre las 22.30-23h y si llegas muy tarde puede que te quedes sin cenar.
Por cierto, irás viendo carteles cerca de la parte de arriba de marcos de las puertas indicando hasta dónde llegó el agua en la gran inundación que la ciudad sufrió en plena Semana Grande en 1983. Una catástrofe que provocó muchos daños materiales, pero también decenas de víctimas. Fruto de esto, y como recuerdo de lo que pasó, verás estas señales si miras arriba.
PASEAR POR LA RÍA
Otra de las actividades de Bilbao y sus imprescindibles es pasear por la ría y conocer el resto de edificios neoclásicos que la ciudad ofrece.
Mi ruta ideal sería comenzar en el ya nombrado puente de San Antón, y siguiendo la margen derecha del río, ver la iglesia de San Antón y el mercado de la Ribera que ocupa la primera plaza de la ciudad. Si continuamos, nos encontraremos con el Teatro Arriaga. Este teatro neobarroco de 1890 fue dedicado al compositor bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga, a quien se le ha denominado el «Mozart español«. Es un edificio que ha estado en decadencia pero que volvió a estar en marcha con diferentes obras. Es posible su visita aunque actualmente está parado por el Covid-19. Te dejo aquí el enlace con la info para si cuando leas esto, es posible. Yo me quedé con las ganas.
Siguiendo el curso de la Ría, llega el momento de pasear por el Arenal. Esta zona ganada a la ría, es un lugar ideal para pasear y tomar un descanso. Aprovecha si hace calor para reposar y tomar fuerza. Entre mis rincones favoritos está el quiosco que me pareció una preciosidad.
Continuamos y nos encontramos con el Ayuntamiento. Un edificio ecléctico de la misma época que el Teatro Arriaga y que preside majestuoso en el margen de la ría. En el solar de un antiguo convento de San Agustín, este edificio ha sido sede del ayuntamiento de Bilbao hasta 2008 que se construyó la nueva sede de San Agustín, justo en la parte de detrás. También es visitable aunque ahora mismo no es posible. Te dejo el link para que puedas mirar si en las fechas de tu futura visita lo es y me lo cuentas en comentarios.
Dejando atrás este gran edificio y el puente del ayuntamiento, seguimos por la misma margen paseando y admirando la ciudad hasta llegar a nuestra siguiente parada, el puente Zubizuri o también conocido como puente de Calatrava porque este fue el arquitecto que lo diseño. Crúzalo mientras disfrutas de las vistas que se te ofrecen.
Por el lado izquierdo tienes toda la parte antigua de la ciudad y que acabas de ver. Por la parte derecha, se te presenta una Bilbao más moderna y vanguardista cuyo centro es (lo has adivinado) el museo Guggenheim.
Mientras nos acercamos al museo, veras la Araña o Mama (1999) como se la conoce. De casi 9 metros de altura, es una de las esculturas más ambiciosas de Bourgeois y pertenece a una serie inspirada en la araña y en honor a su madre que era tejedora. Lo siguiente que te llamará la atención es el edificio en sí mismo. Obra del arquitecto canadiense-americano Frank Gehry, el edificio representa un magnífico ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX y su visita (aunque yo no la hice) debe ser muy interesante. Los precios son más económicos si reservas tu entrada previamente online. Te dejo el enlace aquí.
Y llega el momento de seguir el perímetro de este espectacular edificio hasta llegar a nuestra última parada, Puppy. Obra de Koons (1992) aúna pasado y presente usando un modelo de ordenador para crear una obra referenciando un jardín clásico europeo del siglo XVIII. Esta mascota bilbaína cubierta de flores es un monumento al sentimentalismo y cambia de apariencia cada primavera y otoño. Pero cuidado porque está en peligro de desaparecer. Resulta que se necesita hacer una reforma importante de su interior. Para ello, el museo está pidiendo donaciones y así poder seguir dándole vida. Te dejo el enlace aquí por si te interesa el proyecto y/o donar.
VISITAR LA ALHÓNDIGA
De los lugares más bonitos que he visto y que más me han llamado la atención de la ciudad fue la Alhóndiga. Y dirás, ¿es para tanto como para añadirla en este artículo de Bilbao y sus imprescindibles? Yo estoy convencida.
Construido a primeros del siglo XX como almacén de vinos, su función no es tan llamativa como el uso de los materiales y su implantación. Y es que este edificio tan singular ocupa la totalidad de la manzana a la par que sigue las nuevas tendencias de la época en cuanto a su estructura. Además, hace uso del hormigón armado como elemento principal en su construcción, Algo muy poco usual para la fecha y que personalmente me encanta.
Pero si, como a mi, no te ha enamorado ya este edificio tan industrial pero acogedor, déjame que te hable de sus columnas y es que tiene 43 columnas que sujetan el atrio principal y lo hace «levitar». Durante la rehabilitación que se hizo a primeros del s. XX, el diseñador y el escenógrafo compusieron estas columnas con las que trataban de simbolizar la historia del hombre a lo largo de la historia. Con materiales como el mármol, la piedra, la madera,… y múltiples motivos chinos, medievales, neoclásicos… quedan reflejadas todas las culturas, religiones y vivencias humanas a través del arte.
Además, como curiosidad, al ser un centro de ocio y cultura, también te sorprenderá la piscina alzada que se encuentra dentro y que puedes ver en la foto del artículo.
SUBIR AL MIRADOR DE ARTXANDA
Último pero no menos importante de los imprescindibles de Bilbao es verla desde las alturas y qué mejor lugar que el mirador de Artxanda.
Este mirador se encuentra en la colina de Artxanda y es un lugar ideal para ver la ciudad desde las alturas.
Al mismo se puede subir en coche (hay un pequeño parking para coches gratuito) o con el funicular que se construyó precisamente para conectar la ciudad de Bilbao con la cima. Por 1€ aprox te lleva al lado del mirador y disfrutarás de unas vistas preciosas. Eso sí, asegúrate de que el día sea bueno y no haya niebla o nubes. Su horario es de 7.15 a 22h y pasa cada 15 min más o menos. Además, con la tarjeta BARIK, tarjeta de transporte recargable de la ciudad, es gratis.
Sin duda, una ciudad preciosa. Y si tienes previsto visitar el Norte, déjame que te recomiende la sección sobre el País Vasco que tengo. Escríbeme en comentarios si la has visitado y con qué parte de la ciudad te quedas.