CATALUÑA,  ESPAÑA,  TRAVEL

MONTBLANC, MAS QUE UN PUEBLO MEDIEVAL

Si me sigues por redes sociales, habrás visto que estuve hace poco pasando un fin de semana por Montblanc y alrededores. Fue un viaje que hice como socia de Travel Bloggers de Barcelona (BCNTB) y en él descubrí un lugar desconocido, pero increíble. Descubrí Montblanc, mas que un pueblo medieval, un entorno único aún por explorar.

HISTORIA Y VISITA DE MONTBLANC

El fin de semana lo comencé con una visita guiada por la villa en donde no sólo vi los puntos más interesantes de Montblanc sino que me empapé de la historia y curiosidades de este rincón tan bonito de la provincia de Tarragona.

Según me explicaron, la zona tuvo asentamientos íberos y romanos cercanos aunque quedaron abandonados hasta que durante los s. X y XI comenzaron nuevamente asentamientos por la Reconquista. El primer Montblanc, más bien llamado Duesaigües, se inició cerca de los ríos Francolí y Anguera y se convirtió en un pueblo definitivo a partir del s. XII con la aceptación del rey Ramon Berenguer IV. En esos momentos, se creó una villa (Vila-salva) sin impuestos para favorecer el crecimiento. ¿Te imaginas vivir en una ciudad donde puedas coger la madera y el agua que necesites sin pagar nada a cambio?

Posteriormente, con Alfons I, la ciudad se tuvo que reubicar ya que las tierras que ocupaban estaban constantemente amenazadas por inundaciones y eran difíciles de defender. Es en ese momento en el que se crea Montblanc tal y como lo conocemos, en su ubicación actual. De hecho, el nombre de Montblanc viene de «monte pelado» porque en la colina en la que se situaba esta nueva población no crecía vegetación.

La ciudad fue creciendo y ganando importancia como un enclave importante que conectaba Tarragona con Lleida. Tanto que llegó a ser la séptima ciudad más importante de Cataluña.

Durante los s. XII y XIV se crearon grandes monumentos que perduran hoy día como la iglesia de Sant Miquel, los conventos de Sant Francesc, de la Serra y de la Mercè y el hospital-iglesia de Sant Bartomeu y de Santa Magdalena. También otros como el Ayuntamiento y el Palacio real. La mayoría incluidos en la visita guiada que puedes contratar en la oficina de turismo. De esa época, también es la catedral de Santa María que es muy peculiar.

Si la visitas, verás que te resulta extraña, diferente a las demás catedrales góticas que conocerás. Bueno, eso es porque está «inacabada». Entre las curiosidades de esta catedral destacan dos: que no accedes a ella desde donde suele ser habitual sino a través de un lateral y que está desproporcionada. Y eso, querid@ lector@, tiene una explicación.

Resulta que su construcción se vio alterada por la peste negra y una crisis que no sólo despobló la ciudad sino que reubicó a las pocas manos que había en la construcción de una muralla ante los ataques que sufrían. Eso desencadenó en el cierre de la pared por donde se habían quedado, dejando la catedral más corta y sin entrada principal. Además, el portal de acceso, en origen gótico, ahora es barroco y es la parte más nueva fechada en el s. XVIII. ¿Por qué ocurre? Bueno, la respuesta está en la Guerra de los Segadors y cómo afectó a la villa esta contienda. En resumidas cuentas, durante este período histórico, la fachada fue destruida y no será hasta el s. XVIII, y con el resurgimiento y la repoblación de Montblanc, que se construyó la fachada que hoy conocemos.

Otros aspectos en la ciudad que también han cambiado, y que te cuentan durante la visita, es que en el s. XIX se destruyeron varios de los arcos de acceso a la parte de la ciudad amurallada. Una muralla que, además, estaba afectada por guerras y demás problemas a los que se ha enfrentado la ciudad. En este caso, el derrumbe se justificó en la dificultad del tráfico al ser arcos estrechos por los que no pasaban vehículos. Esta curiosidad también la verás durante la visita.

En 1947 Montblanc fue declarado Conjunto Monumental y Artístico y se inició la lenta restauración de sus monumentos, especialmente la muralla que continúa hoy día. Me pareció un programa fascinante de rehabilitación de la muralla y la conservación de una villa que, como has podido ver, tiene mucha historia.

Tanta que dicen que la leyenda de Sant Jordi tuvo lugar en estas tierras, pero dejaré que te la cuenten cuando vayas a Montblanc.

La visita guiada suele ser en catalán pero puedes pedirla en castellano, inglés o francés previa reserva con antelación. Comienzan a las 11h en la oficina de turismo y dura una hora y media. El precio es de 8€, excepto para niños que cuesta 4€ (menores de 6 años gratis). Además, tienen una opción de visita guiada con niños muy interesante.

Por cierto, si eres amante de la Navidad, la villa tiene un museo del Pesebre con escenas muy bonitas y rincones mágicos.

¿QUÉ HACER EN LOS ALREDEDORES?

Pero no sólo pude disfrutar de la ciudad y es que, como te he comentado, Montblanc es más que un pueblo medieval histórico y protegido. ¿Vamos a ver qué más podemos hacer?

MOLINS DE LA VILA

Como sabes, soy una amante del pan, tanto que hace años que produzco el mío propio. Es por eso que cuando nos ofrecieron realizar una visita a los Molins de la Vila (o Molinos de la villa) no pude decir que no.

La visita está muy cerca de la villa, exactamente en la situación en la que se creó el primer asentamiento del actual Montblanc, entre los ríos Francolí y Anguera. ¿por qué? Simple. Estos molinos se sirven de la fuerza hidráulica para su funcionamiento por lo que tiene mucho sentido que estén en la confluencia de estos dos ríos para hacer uso de su materia prima (el agua) y la fuerza de la misma.

La visita guiada te enseñará los dos molinos que se conservan: uno grande mejor conservado que se llama Molí de la Volta y otro más pequeño, el Molí Xiquet, del que sólo quedan algunos restos. De época medieval, estos molinos se sirven de una especie de embalse en el que se recoge el agua que servirá, por precipitación, y a lo largo de unas palancas, para mover las muelas que aplastarán el grano formando la harina necesaria para realizar, entre otros, el pan que tanto me gusta.

Como dato curioso, aquí aprendí que el molino en época medieval era un bien monopolizado por los señores feudales y se pedían dinero para hacer uso de ellos.

La visita fue muy interesante y, si eres un amante de la historia y del pan como yo, no dudes en reservar tu visita aquí. La visita la hacen desde el museo comarcal de la conca de Barberà y cuesta apenas 5€ (2€ reducida). Eso sí, es obligado la reserva previa para saber si hay aforo necesario.

RUTA RUPESTRE

A lo largo de estos últimos años he hecho muchas rutas de senderismo, pero ninguna como la que la cooperativa Reboll tenía preparada para nosotros. Esta ruta al Mas d’en Llort es una ruta circular de 8,5km de recorrido y en la que tardas unas 5 horas, dependiendo del ritmo del grupo. No te voy a mentir. Es relativamente fácil y casi cualquiera puede hacerla así que o te asustes por el tiempo porque se pasa rápido.

Pero lo que más me gustó no es la ruta en sí (que me pareció preciosa) sino lo que fuimos a ver y aprendimos por el camino. De mano de nuestro guía aprendimos y observamos mucha flora del entorno así como la joya de la ruta, las pinturas rupestres que visitamos. Apreciamos tres ejemplos de abrigos naturales que en su día usaron los primeros habitantes de la zona y que se han convertido en auténticos santuarios artísticos de la época Paleolítica y Neolítica y que se hicieron hacen 12.000 y 4.000 años.

Están protegidos así que la única forma de visitarlos es mediante visita guiada con un experto como lo son en Reboll y sales fascinado porque no nos olvidemos que la historia no es sólo lo que pasó hace unos cientos de años, sino también miles.

Cada primer sábado de mes a las 8:30 salen visitas para personas individuales y organizan rutas también para grupos. Os dejo toda la información aquí.

¿DÓNDE COMER?

Como sabes, si hay algo que me motiva cuando viajo es conocer la gastronomía del lugar y este caso no sería diferente. Es por eso que te voy a contar a continuación los tres restaurantes en los que comí y el tipo de comida que ofrecen.

10MIL400

Si quieres darte un homenaje con platos tipo tapa, productos de proximidad y creaciones gastronómicas de otro nivel, 10mil400 es tu lugar.

Con personal joven y muy bien formado, el estilo retro moderno está muy en armonía con su cocina, sin prisas y de alta calidad. Entre sus genialidades está el uso de la técnica de ahumado y del soplete y debo reconocer que soy una enamorada.

Entre los platos que probé está la mantequilla ahumada con sal negra, el bacalao al pil pil super conseguido y ese bikini de carne con el toque de panceta. El postre de pan con chocolate y sal negra fue el broche ideal a una comida de 10.

LA PARRA

Y de un estilo moderno, retro y con cierta elegancia a un jardín desenfadado donde sentirte como en casa. Y es que La Parra es un jardín gastronómico donde degustar cocina tradicional con moderna y todo en una finca centenaria disfrutando del aire libre.

Sergi, Marian y todo el equipo te harán sentir relajad@ y muy a gusto mientras disfrutas de su carta de aperitivos, de comida o, incluso, de cócteles en un entorno muy casual.

El jardín está dividido en dos partes: la zona más chill out y la zona de restauración con una clara protagonista, la cocina. Pero no una cualquiera, sino un autobús que da un ambiente y un rollo al espacio increíble.

Entre su comida, destacaría sus gyozas, su lingote de cordero deshuesado, sus croquetas (especialmente las de berenjena) y sus bravas. Y si te pilla con tiempo y ganas, prueba sus cócteles y me cuentas. Están tremendos.

MOLI DE MALLOL

Por último, te voy a recomendar un lugar para ocasiones especiales, ¿o no?. El molí de Mallol es un restaurante de cuento ubicado en un edificio del s. XIII, ideal tanto para comidas formales como para momentos en familia.

Con una cocina de autor y un producto de primerísima calidad local servida de forma impecable, el Molí del Mallol lo tiene todo. Cuenta con diferentes salas y zonas de reunión lo que lo hace perfecto tanto para una velada encantadora como para celebrar un evento importante por pequeño que sea. 

Su gastronomía se basa en platos tradicionales pero elaborados desde una perspectiva vanguardista y de autor. Además, los platos se presentan haciendo uso de la genialidad del que recicla materiales cotidianos como latas de conservas o culos de botella. Una ocurrencia que no sólo es sorprendente como comensal sino que también es responsable con el medio ambiente.

El menú degustación que probé constó de 11 platos distintos y 10 referencias vinícolas de cuatro cellers de la zona. Esto me permitió hacer un recorrido por la historia gastronómica y la tradición de Montblanc, incluyeron pequeñas gemas como la trufa de foie, la croqueta de calçots o la sopa de tomillo de la zona.

¿DÓNDE ALOJARSE?

EL SECRET DE LA LLEGENDA

Ubicado en el corazón del pueblo de Vilaverd, y a 10 minutos en coche de Montblanc, el Secret de la Llegenda es una experiencia única en la que te sentirás cómodo y relajado.

De la mano de su propietaria Ruth que ya te acoge desde el momento de la reserva, este alojamiento es una joyita recién restaurada que no puedo dejar de recomendarte.

El apartamento consta de dos habitaciones amplias de cama matrimonial, un salón con cocina americana y sofá cama y un baño que será tu rincón favorito si eres de los que adoran los baños de espuma. Este alojamiento está preparado para acoger hasta 6 personas.

Además de acogerte y darte la bienvenida, Ruth te trae un desayuno muy local a casa el día antes para que lo disfrutes en el pequeño balcón o la mesa del comedor, tú decides. ¿Quién no querría estar en un lugar de cuento como este?

Y este es el fin de semana que viví de la mano de Montblanc y sus colaboradores.

Código ético: este artículo está basado en mi propia experiencia del viaje patrocinado por la Oficina de Turismo de Montblanc para la asociación Travel Bloggers de Barcelona. Sin embargo, todo lo que comento se basa en mi experiencia personal y mi percepción como turista.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *