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CASA ROCAMORA, UN PALACETE EN BARCELONA

La casa Rocamora, un palacete en Barcelona, es una casa que perteneció a uno de los personajes más destacables de finales del s. XIX y hasta mediados del XX. Manuel Rocamora fue clave en la vida social y cultural de Barcelona y se juntó con otros grandes personajes como Picasso o Ramón Casas.

MANUEL ROCAMORA VIDAL: UNA VIDA DE COLECCIONISMO

Perteneciente a una de las familias de la alta burguesía catalana, el dueño de la casa Rocamora, un palacete en Barcelona nació en Abril de 1892. Su padre fue el heredero de una fábrica de producción de velas sebo y jabones que daría a la familia una gran fortuna. El crecimiento del negocio se debió, fundamentalmente, al comercio con las colonias de Cuba y Puerto Rico. Es por eso que, a finales del s. XIX, Barcelona se convirtió en el gran centro jabonero español y los Rocamora la empresa de mayor venta de este bien. Sin embargo, debido a su crecimiento estrechamente vinculado a las colonias, a la pérdida de las mismas, el negocio quebró y desapareció en 1956.

Pero no sólo conocemos a Manuel por su relación con la industria del jabón, sino también por su inquietud coleccionista y artística. De su madre, Ana Vidal, es de la que heredó esta pasión por el arte y el coleccionismo. De hecho, gracias a ella la colección Rocamora de indumentaria es tan amplia. Ana Vidal siempre guardaba una pieza de indumentaria por temporada. 

Estudió Bellas Artes en la Escuela de la Llotja y practicó la pintura, especialmente la relacionada con la naturaleza muerta y el paisaje y algunas de sus obras están expuestas en la casa. Además, en su afán coleccionista, comenzó con la cerámica y continuó con la colección de su madre sobre indumentaria reuniendo más de 4.000 piezas entre vestidos, zapatos, medias, guantes,… que acabó donando a la ciudad de Barcelona y cuya muestra podemos ver actualmente en el museo del Diseño de Barcelona, en Glòries.

De toda su apasionante vida, lo que más me llamó la atención es su amistad con el pintor Ramón Casas. De hecho, en la casa podrás ver un retrato de Rocamora hecho por Casas y un par de paletas y pinceles pertenecientes a Ramón Casas que él mismo regaló a Rocamora. Uno de los artistas más importantes del modernismo también fue ilustrador, cartelista y dibujante. Animador de la vida cultural barcelonesa, fue uno de los impulsores de la apertura de la taberna de “Els 4 gatssuper conocida en la ciudad. 

Con esto se demuestra que Rocamora no sólo era importante en el ámbito industrial y burgués sino también en el ámbito social y artístico de la ciudad condal. Además, era asiduo del Liceo y fue galardonado con la Medalla de Oro de la ciudad y también la del Mérito Cultural. También fue uno de los fundadores de los Amigos de los Museos de Cataluña que colaboraron para la creación de museos.

LA VISITA A LA CASA

Y digo casa por decir algo. La casa Rocamora es un palacete isabelino fechado en la segunda mitad del siglo XIX que está situado en el barrio barcelonés del Putxet. Rocamora compró la vivienda a dos señoras y prácticamente no hizo ninguna reforma. Vivió solo aunque acompañado por una cocinera, un chófer, un jardinero y una señora que le cuidaba la casa. Actualmente, la casa es una fundación que, durante la visita, la recorres entera pudiendo admirar muchas piezas expuestas de la colección del propio Rocamora.

EL SALÓN

La visita comienza en una pequeña sala previa al gran salón de la casa. En ella, podrás ver un pequeño escritorio y algunos cuadros interesantes, algunos de los cuales de Ramón Casas. De aquí, lo más llamativo es el cuadro de la mujer apoyada que recuerda, y mucho, a la imagen del Cava Codorniu.

De esta pequeña estancia, se pasa al salón donde Rocamora recibía las visitas y que está dividida en tres partes: una zona de música con un piano, la central como sala de estar y la del fondo como comedor. Todo se mantiene prácticamente como lo tenía entonces e incluso, por si aún no te has dado cuenta de que estás en una casa de coleccionista, podrás ver una colección de mascarones de proa y varias obras de la que destaco dos: los bultos de dos niños (uno sonriendo y otro llorando) y la gran pintura en la pared de la sala del piano. 

EL JARDÍN

Desde el salón, se accede a la joya de la visita, el jardín. Créeme que si aún no te he convencido, sólo por el jardín bien merece que vayas a verlo.

Para ello, primero tienes que saber dos detalles importantes. Por un lado, el jardín que ves hoy no es ni la mitad de lo que era. Para que te hagas una idea (y si conoces un poco la ciudad), el original llegaba hasta la Calle Padua por lo que prácticamente era toda la manzana. Sin embargo, durante los años sesenta, Rocamora donó parte del jardín para que se pudiera construir la Ronda General Mitre perdiendo así uno de los accesos a la casa. Y este es el otro gran detalle. Con esta donación, el acceso más llamativo e impresionante desde el jardín a la casa, se perdió. Actualmente, se entra a la casa por la puerta de atrás por así decirlo.

El jardín, sin embargo, es una pasada e invita a tomar algo y descansar. No en vano era el lugar favorito de su dueño para pintar y hacer pequeños encuentros.

De hecho, actualmente Casas Singulares lo usa para las noches singulares donde disfrutar de la visita y una copa de vino en su maravilloso jardín. Así que si aún no te he convencido, te doy otra razón para visitar la casa rocamora, un palacete en Barcelona.

LA BIBLIOTECA

Y de un rincón mágico como el jardín a otro como la biblioteca. Ya sabes lo que me gusta a mí una buena biblioteca.

Manuel Rocamora dedicó gran parte de su día a día a leer y escribir y, de hecho, hablaba muchos idiomas. En su biblioteca, que tiene una especie de rincón secreto con más libros, encontrarás una gran colección de libros de moda y volúmenes de legislación española relativos a vestidos y tejidos.

Pero si algo te llamará la atención de este rincón son tres objetos. El primero de ellos es el móvil original que realizó Pablo Picasso para la taberna de “Els 4 gats” y que descansa sobre el marco de la puerta de la pequeña biblioteca del fondo. El segundo se trata del retrato a lápiz que hizo Rocamora de su gran amigo Ramón Casas y que está exhibido. El tercero, y último, son las paletas del propio Casas expuestas en las paredes de la biblioteca.

Además, verás muchas curiosidades y figuras de coleccionismo, especialmente orientadas a la aviación de la que Rocamora también era admirador.

LA PLANTA SUPERIOR

Y llega el momento de visitar la parte superior. Por favor, cuando subas, fíjate en los colores que impregnan la zona gracias a la vidriera.

En ella, lo primero que te explicarán en una sala bien grande es la gran colección que se guarda de cerámica que Rocamora guardaba. También te explicarán curiosidades tales como el porqué hay relieves en forma de comida o por qué la taza tiene pegada el plato.

De esta sala, pasarás a otra donde verás algunas pequeñas muestras de la indumentaria que se conserva de la colección de más de 4.000 piezas. Recuerda que la mayoría se donó y se puede ver en el actual Museo del Diseño de Barcelona.

De esta sala pasamos a otra pequeña con un pequeño piano y, finalmente, a la sala donde se exponen los muñecos y otras colecciones como cajitas, cartas, barajas,… Todo un mundo coleccionista que representa, y muy bien, a su dueño.

Espero que te haya gustado este paseo por la casa Rocamora, un palacete en Barcelona de un gran personaje público de la ciudad. Si quieres ver otras casas de la ciudad, te invito a que visites 6 CASAS SINGULARES QUE DEBES VISITAR EN BARCELONA

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