
4 DÍAS PARA UNA PRIMERA VISITA A BERLÍN (II)
Transcurridos los primeros dos días de los 4 días para una primera visita a Berlín del artículo anterior, toca cambiar un poco de momento histórico y descubrir qué más tiene que ofrecer la ciudad.
PRIMER DÍA O DÍA SOBRE LOS JUDIOS Y II WW
TERCER DÍA O DÍA DE LOS MUSEOS Y LA BERLÍN IMPERIAL
Tras el día largo e intenso de ayer, hoy tocaba algo menos reciente y más cultural para paliar esa sensación de que Berlín es sólo guerras y destrucción. Porque aunque hay mucho de eso, también hay otras cosas imprescindibles en una primera visita que no te dejarán indiferente.
MONUMENTO A LOS JUDIOS DE EUROPA ASESINADOS
PALACIO CHARLOTTENBURG
La primera parada, por ser también la más lejana a donde me hospedaba, era el Palacio de Charlottenburg al que se accede muy fácil en bus o metro. No sé si conocías este palacio, pero una amante de la Edad Moderna e inicios de la Contemporánea como yo no puede perderse un palacio como éste.

Construido durante el siglo XVII, fue creado como residencia de verano para la esposa de Federico III, la reina Sofía Carlota. De hecho, ella nunca llegó a verlo acabado. Posteriormente, no sólo el palacio pasó a llamarse Charlottenburg en su honor, sino que se cambió el nombre del barrio en el que se encontraba.
El palacio, como casi todo en Berlín, fue bombardeado y reconstruido posteriormente. En sus paredes ha pasado mucha historia y muchos inquilinos, uno de ellos fue Napoleón durante la invasión de la ciudad a finales del siglo XVIII.
Sea como sea, el lugar es espectacular y la entrada viene con un audioguía que te explica todo super bien. Si te gusta Versailles, te encantará este palacio. De hecho, si es famoso este lugar es por el remanso de paz que se vive y por esos jardines tan espectaculares que tiene. Diseñado en un inicio con el estilo francés barroco, pasó a un estilo inglés a finales del XVIII que te hace sentir en la Inglaterra de Jane Austen. Hay incluso un lago y zonas muy extensas donde pasear y perderse.
CURRY AT THE WALL
ISLA DE LOS MUSEOS

Tras esta agradable visita matutina, nos decantamos por comer algo ligero de camino a nuestra otra parada del día, la isla de los museos. Llamada así porque es una isla en el río Spree cuya mitad norte está ocupada por la mayoría de los museos de Artes de la ciudad. Un total de seis museos se encuentran en la misma, entre ellos los dos que decidimos visitar, el Alte Nationalgalerie (o Galería Nacional Antigua) y Pergamonmuseum (o museo de Pérgamo).
El primero es una galería que muestra obras de arte del siglo XIX de la colección de la Fundación Cultural de Herencia Prusiana cuyo edificio te hace recordar un templo romano. De hecho, fue creado precisamente con esta intención durante el siglo XIX. En él se puede ver obras del Clasicismo, Romanticismo y del Impresionismo francés principalmente. Pero la verdadera razón por la que este museo era una visita obligada para mí es porque conserva obras de uno de mis pintores románticos favoritos, Caspar David Friedrich.

El segundo, el Pérgamo, se centra más en el clasicismo del Imperio romano, griego, el período helenístico (sobre todo de Mesopotamia) e incluso del Islam aunque tiene más zonas. De hecho, podríamos decir que el Pérgamo es el British Museum berlinés. Y sería una aproximación bastante acertada.

Pero si algo es destacable de este museo de primeros del s. XX es su propio concepto. El edificio no fue construido para albergar las obras, sino que primero se trajeron las obras y, después, se construyó el edificio a su alrededor. De esta forma, las mismas obras forman parte estructural del edificio y así lo percibes cuando estás en su interior.
Pero si uno de estos dos no te convence, no te preocupes. Tienes otros 4 que estoy convencida te ofrecerán algo que te guste. Y si vas en invierno, te prometo que será la mejor forma de resguardarte de la tarde berlinesa y sus bajas temperaturas. Además, recuerda que con la Berlín Welcome Card puedes tener la entrada gratis o a un precio muy inferior al oficial.
TOPOGRAFÍA DEL TERROR
RESTAURANTE MAXIMILIAN’S
Tras este día tan cultural tocaba hacer algo para completar este repaso por la época más imperial y de recuerdo a la antigüedad. Y no podía ser de otra forma para mí que a través del paladar. Algo que seguro sabrás sobre mí si me has leído aunque sea un poco.
Pues bien, me decanté por probar el Maximilians, un restaurante típicamente bavarés tanto en su comida como en su decoración. Y es que no puedes ir a Alemania y no ir a un restaurante como estos donde probar una cerveza alemana, un buen plato de carne y unos postres que quitan el hipo.

Nos decantamos por una sopa de patatas típica muy sabrosa para compartir, un goulash para mí y un codillo para mi chico. Si recuerdo algo de ese día y de ese restaurante fue la cara del camarero cuando le comentamos que el codillo sería sólo para él. Nos explicó que era un plato muy contundente y aún así insistimos. Se veía a la larga que no veía al “flojo” de mi novio acabándose el platazo, pero oye, él no conocía a mi chico como yo.
Nos comimos los platos acompañados por una cerveza de barril y todo estaba delicioso. Pero lo mejor no fue acabarnos todo, sino la cara de sorpresa y aprobación del camarero que, evidentemente, volvió para comprobar que nos lo habíamos acabado. Incluso le felicitó y le estrechó la mano a mi chico en señal de respeto. Fue increíblemente amable y nos fuimos encantados. Así que si vas a Berlín, apúntatelo como obligado. Y tras esta cena espectacular y un breve paseo camino al hotel, tocaba decirle adiós a un día de lo más redondo.
SEGUNDO DÍA O DÍA DE DESCUBRIR LA CIUDAD
ÚLTIMO DÍA O DÍA TECNOLÓGICO Y EDUCACIONAL
Mi último día en Berlín quería empaparme de la historia más moderna, la que seguía viva y estaba viviendo.
VISITA GUIADA POR LA CIUDAD
REICHSTAG
Estaba claro que una visita imperdible era la visita al Reichstag. Para ello, debes reservar con antelación una de sus visitas guiadas o con audioguía que ofrece el parlamento alemán. Estas visitas te explican el funcionamiento del Parlamento, cuáles son sus funciones y formas de trabajar y también te explican la historia y arquitectura del edificio tan espectacular que lo alberga.

Es una visita casi obligada que necesitas prever como te cuento en cómo organicé el viaje. Existe una opción de acercarte a las horas para ver si hay plazas disponibles, pero creeme que no suele haber. De hecho, te obligan a ir una media hora antes y pasar varios controles de seguridad, pero todo el trámite merece la pena. Por las vistas, lo que aprendes y la maravilla que es el edificio tanto en su interior como en su exterior. No en vano la cúpula es obra del gran Norman Foster, uno de los arquitectos modernos más influyentes que existen. Ejemplos de sus obras son la Torre de Collserola en Barcelona o el “pepino” de Londres.
EINSTEIN UNTER DEN LINDEN
TIERGARTEN
Cuando acabé la visita, me fui a dar un paseo más calmado por el Tiergarten, uno de los jardines más grandes que tiene Berlín y que está al lado del Reichstag y el monumento a los judíos asesinados. Alberga en su interior el Zoo de la ciudad y hay varias estatuas y pequeños jardines como el de Rosas que es precioso. También tienes el Venusbassin o el Rododendronhain, entre un sinfín de lugares encantadores donde pasear y disfrutar del día.

Pero si un monumento me impactó ese fue el proyecto Global Stone, un proyecto de Wolfgang Kraker formado por 5 grandes piedras talladas procedente de los 5 continentes como representación de los 5 pasos hacia la Paz. Las mismas están colocadas para que cada 21 de Junio reflejen el sol y se forme un hilo de luz que las conecte con sus piedras hermanas en sus lugares de origen continentales. Una idea muy bonita de paz y unión entre pueblos.
Además, el autor asegura que su posición circular permite que, a mediodía, el sol las conecte por una línea de luz invisible a los ojos humanos que da lugar a un círculo imaginario de unión. Sólo tienes que imaginarlo y vivirlo. Por si te interesa: Europa representa el Despertar; África, la Esperanza; Asia, el Perdón; América, el Amor y, Australia, la Paz. Sin duda, una preciosa iniciativa que te calma y te da tranquilidad cuando estás ahí.
CATEDRAL DE BERLÍN
MUSEO ALEMÁN DE TECNOLOGÍA
Una vez que comí algo ligero, me desplacé a mi última visita, el Museo Alemán de Tecnología. ¿Y por qué? Te preguntarás. Pues porque vivir tu vida con un ingeniero y amante de la tecnología tiene sus cosas buenas como descubrir cómo funcionan las cosas y aprender a amar la ingeniería. Y si es alemana, casi que mejor. Pero bueno, también porque adoro conocer la historia y evolución del ser humano y la tecnología es parte muy importante de esa evolución.

Este museo es tanto para niños como para adultos y hay muchas zonas con objetos enormes y muy impresionantes. Pero comencemos diciendo que para que albergue tal cantidad de grandes objetos, tiene que estar en un espacio de iguales dimensiones, ¿no crees? Es por eso que este museo se sitúa en el área de la antigua estación de tren Anhalter Bahnhof que fue destruida, como no, durante la II Guerra Mundial. Entre sus espectaculares piezas, también encuentras una antigua fábrica de cerveza, una herrería y molinos tanto de viento como agua.
Fue fundado en 1982 y muestra muchas facetas de la tecnología a través de la historia de nuestra civilización y vida cotidiana. Sin embargo, quizá lo que más te impresionará es sus grandes exposiciones sobre el mundo del transporte, especialmente la destinada a la aeronáutica con aviones de guerra incluidos o la de trenes con auténticos trenes en su interior. Además, tienen juegos y experimentos para descubrir fenómenos de la física y lo más curioso es que no tienen horarios fijos por lo que encontrarte con ellos y disfrutarlos es un juego en sí mismo. Sin duda, una visita que bien merece una tarde.
Un último paseo nos llevó de vuelta al hotel donde cenamos y recogimos. El viaje llegaba a su fin y yo me iba más que contenta de conocer esta ciudad que tanto había retrasado conocer.
¿Y tú, la conoces? ¿has estado? ¿Qué ciudad tienes pendiente visitar en tu lista y aún no te has decidido? Como siempre, te leo en comentarios.

